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Armario nuevo, vida nueva

El ser humano vive una media de 79 años, aproximadamente. Durante esa media, que aparenta larga (un suspiro en realidad), experimentamos un cúmulo de sensaciones y sentimientos, que nos hunden o nos motivan hasta el punto de hacernos sentir artífices de lo bueno y no tan bueno que ocurre en nuestra vida. Las experiencias positivas que nos ayudan a movernos y cambiar nuestra rutina son las mejores sin duda y las que deberíamos guardar como un tesoro en nuestra memoria para los malos momentos. Como si  de una maleta llena de "por si acasos" fuera. Los mejores antídotos para estar preparados a lo que venga. Cada momento puede ser un nuevo estilo, abrir el cofre y vestirnos para vivir. Seamos inteligentes y saquemos nuestras mejores versiones de nosotros mismos.

 

Evidentemente, todos los días no nos levantamos con el mismo ánimo. A veces es complicado encontrar fuerzas para mejorar por dentro y por fuera. Hay días  que todo nos parece aburrido, rutinario, feo, en dos palabras, nos hace falta ritmo y música. Debemos estar preparados para enfrentarnos a ellos creando un ambiente con el que nos sintamos en calma. Un claro ejemplo podría ser la sensación de llegar de la playa relajada y purificada, aprovechando un atasco en hora punta para la reflexión personal. No perdamos la calma, lo importante es respirar hondo, que es gratis (De momento).

 

Para la mayoría de personas, cuando la rutina se convierte en un problema, es porque estamos lidiando con algo que no nos gusta, que no nos hace felices. Empezamos por cambiar nuestra imagen, visualizando otro yo diferente en el espejo. Transformando el presente damos tiempo a nuestra mente a recuperarse de aquello de lo que aún no es consciente. Cambia el presente para conseguir un futuro distinto.

 

Este reseteo, esta vuelta de 180 grados, puede deberse a mil razones, lo cuestionamos todo sin miramientos. Por trabajo, por imagen, por un mal de amores, porque sí (otro día hablaremos de esos "porque sí", tema que no pasa desapercibido en mi día a día). Siempre voy a estar a favor de los cambios, pues sea cual sea la finalidad, el resultado es salir de tu zona de confort, dar espacio a que nuevas cosas entren en tu vida puede ser la mejor motivación. Nuestro mantra debe ser: SIEMPRE VA A SER BUENO AUNQUE EN UN PRINCIPIO NO LO PAREZCA.

 

El acto del cambio es un paso difícil, requiere esfuerzo, una mente abierta y vencer la negación a probar. Conseguir esto es otorgar un valor añadido a tu propia persona. Cuando un día gris azota el litoral mediterráneo, no olvides sacar tu paraguas, es la mejor artillería emocional, porque somos capaces de realizar todo aquello que imaginemos desde el corazón.

Se trata de aceptar que puedes estar radiante con lo que te pongas. De esta manera tu estilo puede llegar a ser un juego en el que la diversión y la victoria están aseguradas.